jueves, 3 de junio de 2010

Detrás de la cortina

Detrás de la cortina:

hay un misterio. Algo que no sabemos qué es, que descubrimos mediante el proceso de búsqueda. No todos coincidimos en qué se trata. Discutimos. Discrepamos. Proponemos. Cedemos. Acordamos. En definitiva, creamos liderazgo, asumimos roles, co-construimos. Y, finalmente, el misterio revela su naturaleza y tímidamente se da a conocer.

hay un reto. Desvelando el misterio nos enfrentamos a un objetivo común; algo que lograr, algo que conseguir. Un pretexto para el esfuerzo compartido, para el compromiso, para la eficacia. El reto nos exige y nos pone ante la tesitura de acertar con algo que aún no sabemos muy bien qué es.

estamos nosotros. El misterio y el reto nace de nosotros y, en cierta manera, nos representa. Ambos están hechos de lo que (no) sabemos, de lo que (no) queremos, de lo que (no) pretendemos. Detrás de la cortina descubrimos nuestro lenguaje como grupo, nuestra identidad colectiva. Lo que (no) queremos y lo que (no) podemos mostrar de nosotros.

estoy yo. Creando me re-creo. Construyo a otro, represento a otro: soy otro. Y, sin embargo, paradójicamente, soy yo y no ese otro quien siente el placer y la angustia, el entusismo y la incertidumbre, la alegría y el esfuerzo de crecer y mostrarse a los demás. Ese otro me hace ser yo y, lo que es aún más extraño, tiene el potencial de hacer que otros experimenten su yo en ese otro que soy yo.